IDOLOS DE BARRO
SE de antemano, que muchos de los que leerán esta crónica no me creerán, pero quien me conoce sabe, que salvo cuando estoy de cachondeo, escribo y hablo desde la piel y el corazón. He soportado muchas lindezas en mi carrera como; talibán de las ondas, pan y aguado del micro, facha sin fisuras y cosas así, algunas con mayor y otras con menor cariño. En llegando a estas fechas, todavía se me ablanda más el corazón y me aflora por todos los poros una sinceridad que en muchos casos suele llevarme a extremos tan peligrosos como el de la autodestrucción social. Hace tiempo que dejé de creer en los partidos políticos y sus estructuras piramidales, no quiero decir con esto que no los respete, no confundamos términos. Me limito a observar, analizar y valorar los movimientos de muchos de ellos, sobre todo de los políticos más cercanos, los de mi ciudad, sin dejar fuera de perspectiva visual a los autonómicos, nacionales y supranacionales y veo de todo, como en botica: Los que tienen una gran vocación de servicio, los que no saben ni escribir, los que juegan a la comunicación, los que desconocen como expresarse, los luchadores, los trincones, los amables, los puteros, los trabajadores, los que quieren y no pueden, los borrachos, los extremistas, los moderados, los profesionales, los sinceros, los mentirosos, los comilones, los gimnastas, los sanos y los balas perdías…. De todo hay en la viña del Señor, ni mejores ni peores, que usted y que yo. Personas de toda índole, condición y preparación, que a través de los entramados democráticos, alcanzan una condición pública que le lleva a poner de manifiesto sus habilidades más intrínsecas de su ser, tanto en la luz como en la oscuridad. Por eso hoy vuelvo a pedir con la boca grande, LISTAS ABIERTAS, una utopía que compartimos muchos de nosotros, poder votar a las personas según nos demuestren su confianza y posibilidades de mandato. Ya conocemos de sobra los resultados catastróficos de gestión de las grandes “firmas” políticas y aquí unos por otros seguimos con la casa sin barrer. Pena me da desde hace mucho tiempo la guerra intestina de los socialistas alicantinos, pero más vergüenza me esta dando ver los movimientos populares por la alcaldía de Alicante.
Juan Carlos Gumiel es subdirector de COPE Alicante.
15 diciembre 2012